¿Has escuchado alguna vez (en términos sexuales), la «maravilla japonesa»? Si es así, ya sabrás algo acerca de los deliciosos placeres de la estimulación anal.
Hoy en día, existen cientos de juguetes sexuales dispuestas a abrir tu «apetito sexual inexplorado» y suavemente, facilitarle el acceso al paraíso del placer anal.
Las bolas tailandesas son y forman parte de lo que conocemos cómo juguetes sexuales. Estas consisten principalmente en múltiples esferas o bolas unidas en serie que se insertan continuamente a través del ano en el recto y luego se retiran con diferentes velocidades dependiendo del efecto deseado (comúnmente en el orgasmo para mejorar el clímax).
Cómo son las «anal beads»
Las perlas anales [bolas tailandesas] están disponibles en muchos tamaños, con bolas individuales que miden desde 25 mm de diámetro hasta 125 mm de diámetro, o más.
La mayoría de las personas disfrutan de bolas de aproximadamente 45 mm, pero la mayoría se vuelven más aventureros con la experiencia, y prueban tamaños más grandes.
Las bolas anales tailandesas suelen estar hechas de silicona, plástico, caucho, látex, vidrio o metal y tienen un extremo con un anillo o mango similar diseñado para tirar de ellas en el momento que se necesite.
El propósito de este anillo es evitar que las perlas se alojen completamente en el recto y facilitar su extracción. Por otro lado, los cordones que suelen llevar algunos «modelos», se pueden unir de forma flexible, requiriendo una inserción individual, o mediante un eje delgado semirrígido, permitiendo la inserción anal en un solo movimiento.
Ambas son formas del arte sexual del «beading off».
Cómo funcionan las «Thai Balls»
El exterior del ano tiene muchas terminaciones nerviosas deliciosamente sensuales que responden mágicamente a las sensaciones producidas por las bolas anales. Una vez dentro, las bolitas anales ejercen presión sobre el esfínter interno, lo que desencadena sensaciones que posiblemente, nunca hayas experimentado (a no ser que ya seas fiel al sexo anal).
Para retorcer los dedos de los pies y adormecer la mente a base de múltiples orgasmos, las perlas deben ser arrancadas justo antes del clímax.
Las bolas anales tailandesas pueden ser utilizadas tanto por hombres como por mujeres. Y es que también masajean la próstata, consiguiendo un final más que feliz.
Cómo usar las bolas tailandesas
Lo primordial y más importante es estar relajad@, antes de insertar las perlas anales lo suyo es tener el culito bien lubricado e ir insertándolas poco a poco, de una en una, con paciencia, sin pausa pero sin prisa. 🙂
En mucha literatura pornográfica y en algunas películas XXX se da a entender que las bolas anales tailandesas deben sacarse «en el punto del orgasmo», y esto produce una experiencia orgásmica inigualable… ciertamente estamos de acuerdo en ello, puedes hacerlo, pero no es necesario y a muchas personas les gusta usar este tipo de juguetes anales en diferentes momentos del juego sexual.
Pocas personas describen las cuentas anales como su experiencia sexual singularmente más grande, y no son tan populares como otros juguetes sexuales, pero todavía pueden ser una forma divertida y única de juego anal y sensación física.
Mitos, ‘cuentos chinos’ y consejos
No te dejes engañar por el porno, a nosotros nos encanta y somos fanáticos insaciables de escenas de sexo, pero está claro que muchas veces «exageran con el tamaño»… por ejemplo, las actrices porno de Anal Acrobats (a las cuales adoramos). 😛
No todo el mundo es capaz de meterse más de medio metro de bolas tailandesas por el culo, pero, con práctica, paciencia y muchas ganas, todo se consigue.
¿Hay que usar lubricante?
¡Pues claro! Al igual que con toda actividad sexual anal, las bolas tailandesas y el recto deben estar bien lubricados con un lubricante sexual destinado al sexo anal.
Es importante hacer esto ya que el recto se puede rasgar o lesionar fácilmente (y fastidiarte el polvo). Los juguetes de sexo anal deben lavarse bien con agua tibia y jabón y dejarse secar naturalmente después de su uso.
Alternativamente, se pueden colocar dentro de un condón, lo cual se recomienda si se comparten con una pareja.
También se debe tener cuidado al contar las bolas (sobretodo las que no son de plástico y llevan un cordón) antes y después de su uso para asegurarse de que todas sean removidas del ano. Lógicamente, si una de las bolas se atasca en el recto y no puede ser expulsada naturalmente, puede ser necesaria una intervención médica.
Ante todo, ¡seguridad!
Si las «bolitas» se enhebran en una cuerda, que es un material poroso, no se pueden desinfectar completamente. No deben ser compartidos entre las parejas sin usar una barrera física como un condón de látex o de neopreno para prevenir la transferencia de heces.
Recordar siempre que compartir juguetes anales no esterilizados puede exponer a los usuarios a diversas enfermedades de transmisión sexual.
Sabías qué…
Las bolas tailandesas anales pueden ser incorporadas en muchos fetiches que involucran el sexo anal, adoración de culos, nalgadas, enemas o cualquier cosa que involucre el ano o el área anal.