¿Conoces los juguetes sexuales? Posiblemente si has llegado hasta aquí será que alguna idea ya tienes… pero te contaremos de forma resumida lo que son.
Un juguete sexual (o erótico) es cualquier objeto que se ha creado, adaptado o mejorado para producir una sensación sexual a través de la estimulación de las zonas erógenas humanas.
Si bien muchas imitan la forma de los genitales, el concepto de juguete sexual incluye todos aquellos artefactos que tienen un relieve, volumen o forma tales que permiten ser, o bien introducidos en orificios corporales (principalmente boca, vagina y/o ano), o bien para ser usados en otras partes del cuerpo (por ejemplo, las cuerdas en el bondage y el BDSM).
Se incluyen dentro de esta categoría consoladores, vibradores y otros estimuladores vaginales y anales; juguetes que imitan el relevo vaginal para la erección masculina (los famosos «coños enlatados»), instrumentos fetichistas, mobiliario sadomassoquista, y también aparatos domésticos o caseros como las máquinas sexuales o «fuck machines», frutas o verduras que puedan adoptar la función de excitación sexual y en el fondo, casi cualquier objeto que sirva para masturbarse, porque sí… todo vale cuando se trata de disfrutar del sexo. 😛
¿La historia de los ‘sex toys’?, te la contamos
La historia de los juguetes sexuales se remonta a China hace más de 3.000 años (casi nada…), cuando eran hechas de jade, huesos u otros tipos de piedra.
Hasta el siglo XIX muchas de ellas estaban estrechamente orientadas a la «regulación y control» de la mujer y cumplir la función «médica» de curar la histeria femenina y otros males (cosas de la antigüedad).
A partir del siglo XX se inició la percepción de algunos juguetes sexuales -por ejemplo los vibradores, como el archiconocido Hitachi Magic Wand- como artefactos que podían producir placer.
Si bien algunas revistas femeninas empezaron a hablar de estos juguetes eróticos, no fue hasta la revolución sexual en la que varios juguetes cambiaron el paradigma de la sexualidad y se convirtieron en el mejor aliado para salir de la rutina.
A partir de la década de 1990 y 2000, estos ‘artefactos’ comenzaron a incorporar baterías eléctricas, pilas, mandos a distancia y otras funcionalidades tecnológicas y electrónicas. A día de hoy, existe prácticamente de todo, y si no lo encuentras es que no has buscado bien. 😉
¿Por que comprar un juguete erótico?
¡Disfrutar al máximo del sexo que son dos días! Los tabúes son para los que quieren seguir viviendo en parte de la realidad. Para el resto, que nos den la máxima información para probar y elegir lo que más nos guste.
Cada vez somos más conscientes de las oportunidades que nos brindan estos juguetitos para adultos, prueba de ello son la cantidad de cacharros que no paran de salir al mercado, y que prácticamente se adaptan a los gustos de cualquier mortal.
Una gran forma de experimentar nuevas cosas y aumentar la estimulación durante el sexo es incorporar juguetes sexuales. Los hay de todo tipo, uso, color, textura y para prácticamente toda zona de nuestros cuerpos, con lo cual es posible encontrar algo que se ajuste a nuestros gustos..
Elegir el juguete sexual perfecto
Desde simpáticos conejos vibradores o terribles dragones enormes, penes de todos los materiales posibles, juguetes anales que os ayudarán también para mejorar las penetraciones, estimuladores de pezones, plumas, vendas, aros para el pene… de seguro encontraréis algo con que jugar en pareja!
Cómo empezar a usarlo con mi pareja…
Si uno o una es ya usuaria habitual y quiere incorporar su juguete sexual al sexo en pareja, puede encontrar a veces cierta incomodidad o vergüenza para hacerlo. Una forma de ir animándose de a poco es empezar simplemente masturbándose con su vibrador mientras su pareja está en la habitación.
A continuación se puede usar uno mismo el vibrador durante el juego sexual con su pareja. Si esto funciona pueden intentar que se el otro el que sostenga el vibrador o use el juguete sexual para estimularte (dándole primero las instrucciones básicas!). Si nunca han usado un juguete sexual antes es sugerible que lo utilicen por su cuenta primero, antes de intentarlo juntos.
La idea de que el “sexo real” no debe incluir un vibrador u otros objetos de placer es una tontería. Si tu meta es gozar con tu pareja… y ambos lo pueden disfrutar… por qué perdérselo!